viernes, 25 de febrero de 2011

Adoro a mi papaíto

Tengo un padre que es un tesoro, pues no va y me desmonta la parte inferior de la mampara para pintar de blanco los barrotes de hierro que os acordáis os dije que quedaban por fuera de la mampara de la terraza de la cocina, a la vista de todo aquel que tuviera valor de asomarse al patio comunitario. Ahora, los barrotes siguen estando ahí, pero son blancos, lo cual no hace tanto daño a la vista como antes. Un problema solucionado, uno menos.

Este beso va para ti. Lola.

Por cierto, mis paredes ya son todas blancas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario